lunes, 27 de septiembre de 2010

Escrito encontrado junto al cuerpo de Bill un guerrero ecologico!


To my friends and supporters to help them make sense of all these events that have happened so quickly:
Certain human cultures have been waging war against the Earth for millennia. I chose to fight on the side of bears, mountain lions, skunks, bats, saguaros, cliff rose and all things wild. I am just the most recent casualty in that war. But tonight I have made a jail break -- I am returning home, to the Earth, to the place of my origins.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Declaracion de Peter Young por la Liberacion de Visones en E.U.A.


Este es el momento que el acusado utiliza para expresar su
arrepentimiento por los crímenes cometidos, así que permitidme
hacer esto porque yo también me arrepiento de
algo. Estoy aquí para ser juzgado por mi participación en la
liberación de visones en seis granjas de piel. Me arrepiento de
que fuesen sólo seis. También me encuentro aquí por liberar
8000 visones de esas granjas. Me arrepiento de que fuesen
sólo 8000. Según tengo entendido, de esas seis granjas sólo
dos cerraron tras la acción. Me arrepiento de que sólo fuesen
dos.
Más que nada me arrepiento de mi moderación, porque por
mucho daño que hiciésemos a esos negocios, si las granjas
129 siguieron adelante, o si dejamos atrás un sólo animal, entonces
no hicimos lo suficiente.

No pretendo librarme de las consecuencias de estos actos
suplicando misericordia o apelando a la conciencia de la sala,
porque sé que si este sistema tuviese conciencia yo no estaría
aquí, y en mi lugar estarían todos los carniceros, vivisectores
y granjeros de pieles del mundo.

Pienso seguir con la cabeza bien alta en esta sala, que me verá
enjaulado por un acto de conciencia. Tampoco daré a los
granjeros de pieles que hay en este juzgado el placer de verme
cabizbajo delante de ellos. Todas esas personas cuyas granjas
visité en 1997, dejadme deciros esto a la cara por primera
vez, fue un placer atacar vuestras propiedades y liberar a esos
animales que tenéis enjaulados. Es a esos animales a los que
tengo que responder, no a vosotros o a esta sala. Siempre
recordaré esas noches en vuestra propiedad como la mejor
experiencia de mi vida.

Y a los granjeros u otros sádicos que lean mis palabras en el
futuro y se rían de mi suerte, recordad: nosotros hemos puesto
a más de los vuestros en bancarrota que vosotros activistas
en la cárcel. No os olvidéis de esto.
Dejadme dar las gracias a todas las personas que han venido
a apoyarme en este juicio. Mi mayor deseo antes de volver
a la cárcel es que cada uno de vosotros se dirija a una granja
de pieles esta noche, tiren abajo las vallas y abran todas las
jaulas.
Eso es todo”

viernes, 24 de septiembre de 2010

Assylum

No soy ningún Cristo endeble, yo no.
Él cuelga en voluble deleite en su cruz,
sobre mi cuerpo.
Cristo perdona. ¿PERDONAR? Vomito por tí Jesús.
Una mierda perdona.
Baja ahora de tu cruz.
Baja ahora de tus alturas papales,
de ese suicidio grosero, niño quisquilloso.
Baja de esas alturas piadosas,
portador de la bandera real, macho cabrío.
Vomito por tí. ¿Perdonar? Mierda, él perdona.
El cuelga en crucificado deleite
clavado hasta donde llega su visión,
su cruz, su hombría, violencia, culpa, pecado.
Él clavaría mi cuerpo a su cruz,
visionario suicida, amante de la muerte, pervertido,
violador, jodedor de la vida, Jesús, agitador de la tierra,
Cristo, cavador de tumbas, tu cavaste las tumbas
de Auschwitz, el suelo de Treblinka es tu culpa,
tu pecado, maestro, maestro de la masacre, enigma.
Tú llevas el estándar de nuestra opresión.
Enola es tu alegría.
los cadáveres de Hiroshima son tu deleite.
Los clavos son tu única trinidad,
los sostienes en tu desgracia cadavérica,
la imagen que yo tengo que sufrir.
La cruz es el cuerpo virgen de la femineidad
que tú violas.
Te clavas a tí mismo a tu propio pecado.
El patético de Jesús me llama hermana
no hay palabras para mi disgusto,
cada mujer es una cruz en su sucia teología,
en su deleite arrogante.
Me vuelve la espalda en su miedo,
no se atreve a enfrentarme. Jodedor del miedo.
No compartes nada, Cristo, estéril, impotente,
jodedor del amor, profeta de la muerte.
Tú eres la última pornografía,
en tu temor del coño, temor del pene, temor del hombre,
temor de la mujer, injusto, guerrero, guerra, guerra, guerra,
guerra, guerra, guerra, guerra.
JESÚS MURIÓ POR SUS PROPIOS PECADOS, NO LOS MÍOS.


LIBRES Y SALVAJES CONTRA TODA DOMESTICACION!

Presentacion del Grupo de Apoyo a presxs anticivilizacion y veganxs de Mèxico

http://grupohastaelfinal.wordpress.com/

Este grupo de apoyo a presxs anticivilizacion (liberación animal y de la tierra) de México se formo ante la urgente necesidad de apoyar a nuestrxs compañerxs que han caído en las celdas del enemigo.

- Ante la expansión que ha tenido la lucha por la liberación animal y de la tierra en México, el estado ha implementado formas de represión contra las células eco anarquistas y contra el movimiento anarquista en general, en una batalla a muerte como ésta iniciada ya hace algunos años en mexico, han caído diferentes individuxs en las mazmorras del estado mexicano por hacer a un lado el miedo y enfrentarse de manera directa contra lxs que amenazan la libertad de la tierra y de unx mismx.

Hasta el momento en mexico hay dos compañeros eco anarquistas que están encerrados y que sus condenas de cárcel prometen ser “ejemplares” para quienes están rompiendo con la realidad impuesta. Sus nombres son, Abraham López Martínez y Adrian Magdaleno Gonzales (y quien resulte detenido en un futuro), este grupo busca darles una ayuda dentro y fuera de las cárceles para logren librar victoriosamente este tropiezo que todx revolucionarix tiene que enfrentar algún día.

- Criticxs ante las situaciones de varios presxs por la idea anarquista viven hoy en día y al ver que estos dos presos carecen muchas veces de un apoyo concreto para darles un respiro dentro de la cárcel, decidimos formar este grupo llamado Hasta el Final.

Es esencial para la lucha revolucionaria que un grupo tome cartas en el asunto de lxs presxs y mas si llevan una dieta diferente a la de lxs demás presxs (vegetariana o vegana) y si ellxs mismxs se reivindican como presxs en guerra.

La lucha por la liberación total al parecer es nueva en los oídos de muchxs, pero estas ideas se vienen gestando y desarrollando ya desde hace varios años en México, solo que desde septiembre del año pasado se tuvo mas presencia publica de las células eco anarquistas e insurreccionalistas con los atentados explosivos que desde entonces se han convertido en una de las preocupaciones de las autoridades de cada ciudad en donde se ha tenido presencia de acciones directas anarquistas.

- Los compañeros Abraham y Adrian se encuentran presxs por tratar de golpear a lxs responsables inmediatxs que expanden la inminente destrucción y la domesticación que perpetra la actual realidad, convertida en un gran y complejo sistema de dominación, cuyo objetivo es la domesticación y el control de la naturaleza y el universo entero.

Lxs compañeros no se quedaron pasivos ante tal espectáculo y de la forma que creyeron correcta intentaron hacerle frente a la mega maquina, sin embargo cayeron presos, este grupo es la forma en la que podemos darles una ayuda mas solida.

- El apoyo a compañeros presos es de la manera que puedas y desees, palabras de aliento, poemas, dibujos, terrorismo poético, acciones, en tu lucha diaria, asesoramiento jurídico (abogado), económicamente, etc.

- En este espacio te mantendremos informadx, sobre la situación de la represión en México y el mundo, lxs presxs, las acciones llevadas acabo, noticias internacionales, etc.

- Este grupo creara una cuenta de ahorro, de ese dinero se tomara para apoyar económicamente a los compas actualmente presos, a sus familias y para pagar en parte al abogado. La cuenta será por internet Pay pal y la daremos a conocer por medio de un mail a las personas que la pidan y que estén interesadas en aportar un apoyo económico para estos presos.

- NOTA IMPORTANTE: Nosotrxs como grupo de apoyo NO pertenecemos a alguna célula de acción directa, no tenemos nada que ver con estas. Nos deslindamos completamente de las acciones que se lleven acabo en un futuro que reivindiquen a los compañeros Adrian y Abraham, nosotrxs solo somos un grupo de individuxs que pretender ser un apoyo concreto para los compas presos y lxs que pueda haber en un futuro.

Posdata: Para todxs lxs individuxs, colectivos o grupos que quieran apoyarnos a darle mas forma a este proyecto aun empezado no duden en comunicarse con nosotrxs, sabemos que organizar un grupo de apoyo no es fácil, por eso pedimos el apoyo de quien quiera solidarizarse con los presos y con este grupo para que Hasta el Final llegue a ser una fuerte y concreta ayuda para los rehenes del estado.

Contacto: hastaelfinal@riseup.net

domingo, 19 de septiembre de 2010

¿Donde quedaron las risas y los abrazos?
¡Se los llevaron los puestos de trabajo!
El trabajo nos roba la vida, nos somete en la rutina
dicen que el trabajo te hace libre,¿que entiendes tu por libertad?
¿Libertad es despertar todos los dias temprano lamentandote
de tu miserable vida, haciendo actividades innecesarias el resto del dia
llegar a tu casa y volver a dormir? pero claro llegando el fin de semana
desquitas tus frustraciones "libre y legalmente" consumiendo drogas y alcohol,
el tiempo preciso nos a robado nuestra vida, el sistema perfecto nos a destrozado
nuestra vida, pero que hacer, todos dicen: aqui te toco nacer ¡acostumbrate! yo no quiero aceptar esta clase de vida que se nos impone desde nacer, pasar el resto de
mi juventud en un aula viendo la ventana, ¡yo quiero ser un fracasado el resto de mi vida!,no tener ni una carrera,un trabajo, un solo peso en la bolsa, solo mi corazon y mi mente llena de energias y saber afrontar la vida como los verdaderos revolucionarios.

XROMANTICO TERRORISTAX

viernes, 17 de septiembre de 2010

La venganza es la justicia de los revolucionarios.

....................................................................................

No hay que esperar a hacer la revolucion despues de la escuela o el trabajo.

....................................................................................

XROMANTICO TERRORISTAX

jueves, 16 de septiembre de 2010

CAOS

CAOS NUNCA MURIO. Bloque primordial sin esculpir, único excelentísimo monstruo, inerte y espontáneo, más ultravioleta que ninguna ideología (como las sombras antes de Babilonia), la homogénea unidad original del ser todavía irradia serena como los negros pendones de los Asesinos, perpetua y azarosamente ebria.

Caos precede a todo principio de orden y entropía, no es ni Dios ni gusano, sus deseos insensatos abarcan y definen toda posible coreografía, todo éter y flogisto1 sin sentido sus máscaras son cristalizaciones de su propia falta de rostro, como las nubes.

Todo en la naturaleza es perfectamente real incluyendo la conciencia, no hay absolutamente nada de lo que preocuparse. No sólo se han roto las cadenas de la Ley, es que nunca existieron; los demonios nunca guardaron las estrellas, el Imperio jamás se fundó, a Eros nunca le creció la barba.

No, escucha, lo que ocurrió fue esto: te mintieron, te vendieron ideas sobre el bien y el mal, te hicieron desconfiar de tu cuerpo y te avergonzaron de tu profesión del caos, se inventaron palabras de asco por tu amor molecular, te mesmerizaron con su indiferencia, te aburrieron con la civilización y con todas sus roñosas emociones.

No hay devenir, ni revolución, ni lucha, ni sendero; tú ya eres el monarca de tu propia piel; tu inviolable libertad sólo espera completarse en el amor de otros monarcas: una política del sueño, urgente como el azul del cielo.

Despojarse de todos los derechos y dudas ilusorias de la historia exige la economía de una legendaria edad de piedra; chamanes y no curas, bardos y no señores, cazadores no policías, recolectores de pereza paleolítica, dulces como la sangre, van desnudos como un signo o pintados como pájaros, en equilibrio sobre la ola de la presencia explícita, sobre el ahora y siempre sin relojes.

Los agentes del caos dirigen candentes miradas a cualquiera que sea capaz de atestiguar su condición, su fiebre de lux et voluptas. Sólo estoy despierto en lo que amo y deseo hasta el punto del terror; todo lo demás no es sino mobiliario amortajado, anestesia cotidiana, cagadas mentales, aburrimiento subreptil de los regímenes totalitarios, censura banal y dolor inútil.

Los Avatares2 del caos hacen de espías, saboteadores criminales del amour fou, ni altruistas ni egoístas, accesibles como niños, con los modales de los bárbaros, excoriados de obsesiones, en el paro, sensualmente perturbados, ángeles-lobo, espejos de contemplación, ojos como flores, piratas de todo signo y sentido.

Aquí estamos arrastrándonos por las grietas entre las paredes de la iglesia estado escuela y fábrica, todos los monolitos paranoicos. Separados de la tribu por una nostalgia feraz escarbamos túneles tras las palabras perdidas, las bombas imaginarias.

El último acto posible es la que define la propia percepción, un cordón de oro invisible que nos conecta: baile ilegal en los pasillos del juzgado. Si hubiera de besarte aquí lo llamarían un acto de terrorismo; así es que llevémonos las pistolas a la cama y despertemos a la ciudad a medianoche como bandidos borrachos celebrando con andanadas, el mensaje del sabor del caos.

Hakym Bey!

lunes, 13 de septiembre de 2010

Aveces se puede sentir soledad estando acompañado, aveces puedes pensar que nadie te entiende en un mundo irracional, aveces quieres todo y a la vez no quieres nada, aveces te amo, aveces no lo hago, aveces te odio, aveces me limito a pensar en ti, a hablar sobre ti, aveces estas ahi, aveces no lo estas, aveces eres recordada por muchos, aveces parece que todo el mundo se olvido de ti, aveces quieres destruir el mundo, aveces destruyes parte de este mundo,aveces te ayudamos a destruir parte de este mundo, aveces te hago el amor en las frias madrugadas, aveces danzas con muchos, aveces conspiras,aveces rompes, aveces quemas, aveces asesinas, aveces vuelas en mil pedazos, aveces disparas, aveces simplemente no haces nada y a la vez lo haces todo, aveces eres ridiculizada, aveces te nombran sabotaje, aveces te nombran vandala, aveces te nombran desorden, aveces te llaman provocadora, aveces te llaman perversion social, aveces yo te llamo caos, aveces yo te llamo libertad, aveces yo te llamo inmoralidad, aveces yo te llamo guerra, aveces yo te llamo revolucion, aveces yo te llamo amiga, aveces te llamo antidominacion, aveces te llamo naturaleza salvaje, aveces te llamo amor, aveces te llamo odio, aveces no te llamo de ninguna forma, aveces mueres, aveces reapareces tan radiante y reluciente, aveces hueles a explosivo, aveces hueles a gasolina, aveces hueles a lluvia, aveces hueles a tierra, aveces habitas en la mente de los revolucionarios y aveces habitas en mi corazon ANARQUÌA...

XROMANTICO TERRORISTAX

domingo, 12 de septiembre de 2010

La soledad es un gran precio a pagar por la libertad!

La unica derrota es no seguir luchando!

La tristeza es un gran precio a pagar por la libertad!

Matemos al tiempo maldito!

La amante mas ardiente es la gasolina!

La amante mas paciente es la dinamita!

Y la unica amante que he amado es la anarquìa!


XROMANTICO TERRORISTAX

Odio

Odio el cielo y odio el abismo,
Siento odio hacia todo,
siento odio hacia mi mismo,
odio la gente que miente,
resignarme a la verdad,
odio el peligro, odio la seguridad,
odio tanto que creo que voy vomitar,
odio aguantar mi odio y también odio gritar,
odio al honrado, odio al ladrón,
odio el rencor, odio el perdón,
odio el sexo salvaje y ponerme el condón,
odio sentir latir tu corazón,
odio al que trabaja y odio mas al vago,
odio a los envidiosos que critican lo que hago,
odio los favores, odio las putadas,
odio a tu padre por chulo y a tu madre por pesada,
odio al que ofrece y odio al que pide,
odio al mediocre y al que se cree que es un líder,
odio al tímido y al que se siente importante,
odio el mundo, España, Alicante,
odio, odio de día y de noche yo siento
odio, odio con sol y con lluvia yo siento
odio, odio en silencio o en ruido yo siento
odio, odio
odio al mendigo y odio al empresario,
odio al ignorante, odio mucho mas al sabio,
odio sentir tu imagen estés cerca o estés lejos,
y también odio mirarme cada día en el espejo,
odio al homosexual y al heterosexual,
odio al solidario y al que todo le da igual,
odio dormir de día y odio vivir de noche,
odio ver a niños ricos en la calle con su coche,
odio los reproches, odio los derroches,
te odio a ti porque odio a los fantoches,
odio a nsinc baratos y odio a nsinc cabrones,
odio a nsinc copiones y odio a nsinc que dan lecciones,
odio odiar, odio amar, odio jugar, odio luchar, odio juzgar,
odio ganar aunque también odio perder,
odio saber que haré mañana y no saber lo que hice ayer,
odio crecer, odio, odio aprender,
odio ver amanecer y odio ver anochecer,
odio la luz del sol y odio sentir el viento,
lo odio todo es así como me siento,
odio la paz y odio la guerra,
¿no te das cuenta? Te odio a ti hijo de perra,
odio todo lo que veo en esta habitación,
¡ a la mierda! Acabo ya porque odio esta canción

jueves, 9 de septiembre de 2010

Chads Favorite Songs

do you remember passion? it’s burried beneath a concrete world. have you forgotten
compassion? are you in the middle of an ugly war between yourself and a giant
machine? are you so tired you can’t even dream anymore?

fuck this city, and fuck this filthy air. let’s build a-frames in the woods
and just live there. we’ll all eat berries and build fires every night and forget
this mistake we call modern life.

i believe in something, but i don’t know what it is. it’s either the future
or the end. it’s every reason that i do or don’t get out of bed.

we live in the unhappy shadows of skyscrapers freight trains and malls to a
soundtrack of nuclear warheads and bombs. addicted to power, addicted to authority,
money, and success … so far gone, without our addictions, do we even know
how to live?

the sun is shining thru distance, bitter clouds that make me choke and cough
and scream. sitting here along watching acid raindrops fall, this is not the
life i want to lead.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Puedo quedarme noches sin dormir,durmiendo en barricadas, ataques incendiaros,dejando descansar mi mente sobre el fuego caotico,solo soy una expresion radical de lxs que muchxs llamarian enfermedad mental, romantizo con el terrorismo, la violencia, la destruccion, la liberacion de toda imposicion,la aniquilacion de todo tipo de dominacion,puedo escuchar en el viento salvaje la ira de la tierra y sus habitantes que durante miles de generaciones soportaron algo llamado civilizacion, la libertad es el completo dominio de ti mismo pero no se puede ser libre en un sistema, muchos proponen cambiar el sistema, yo propongo el sabotaje,invertir un segundo de tu miserable vida en hacer un artefacto incendiario o explosivo,intimidar a los que nos han intimidado desde que hemos nacido, quiza es poco realista decir que esto cambiara, probablemente nunca cambie,pero vale la pena dar la vida para ser libre,no me vengas a hablar de paz en medio de una guerra contra el sistema,¿no crees que existe? escucha el estallido de los bancos!,escucha el fuego incontrolable dentro de edificios!,¡escucha!, no los gritos,ni los debates,si no los disparos de las armas en manos de los revolucionarios,no hay que imaginar el puño cerrado y duro si no una mano suave activando algun explosivo o lanzando algun artefacto contra los simbolos de esta civilizacion,no hay que imaginar una lucha de miles de personas, si no un par de personas con claras convicciones de destruir el orden establecido, no hay que imaginar una humanidad libre,si no nuestras mentes libres,no hay que imaginar un mundo mejor,si no una tierra sin mundo,esta es la Revolucion que viene, la Revolucion de la naturaleza salvaje y algunos ya estamos en ella!

XROMANTICO TERRORISTAX

Animal Liberation Front

El Animal Liberation Front o Frente de Liberacion Animal es una organizacion clandestina que existe en todo el mundo con el fin de conseguir la emancipacion de todos los animales, su metodo de lucha se le denomina accion directa, sus acciones van desde grandes o pequeños sabotajes contra instalaciones de explotacion animal, incendios y liberacion de animales, cualquier persona puede pertenecer al A.L.F. por el simple hecho de llevar a cabo la accion directa (siempre y cuando no se pierdan vidas humanas) y mantener una estilo de vida vegano o vegetariano.

Apoya al A.L.F. ser vegano no es suficiente!!!!!

sábado, 4 de septiembre de 2010

Guerra al estado.

Desde que la autoridad puso su aguijón en el cerebro humano
despertó la guerra social,
Desde que hay esclavos del orden,
hay quienes lo combaten
Acaso el amargo sabor de esta vida que nos imponen
No merece la guerra?
El hambre, la explotación,
la discriminación y la marginación
No merece la guerra?
El poder que tortura y somete a todo ser viviente
en cada rincón de esta tierra para prolongar su bienestar y despotismo
No merece la guerra?
Esta guerra, la nuestra,
es en contra de la civilización
que despojo a los pueblos de sus tierras y su historia
que esclavizo, asesino y martirizo
en nombre de dios y su maldito dinero,
contra quienes se repartieron el mundo con nosotros dentro
creando fronteras, cercando selvas y montañas
apropiándose de ríos y mares hasta llegar a los cielos
que también tienen dueño,
contra el maldito reloj
que nos condena a repetir tortuosamente
cada minuto de nuestras gigantescas prisiones que llamamos ciudades,
sentenciándonos a trabajar para consumir su tecnología innecesaria.
Guerra contra la culpa las rejas y todo sistema carcelario
que termina con la dignidad y la vida.
Guerra a este estado de control
que con los traidores militarizados
nos sumergen en la cultura del terror,
a los que apoyan y sustentan toda esta farsa,
al patriarcado, al hombre y su ley
basada en la inteligencia manipulada.
Guerra a nosotros mismos
que es la mas difícil en todo momento, en todo lugar,
esto es lo que nos toco vivir
este suplicio que nos atormenta
la pregunta simplemente es ¿Por qué?
esta es la rabia que masticamos
la impotencia que nos cierra el puño
y nos hace desobedecer, la sublevación al orden establecido
es la guerra de la que hablamos?
Generando revueltas a lo cotidiano
conspirando con la inserrucción atacando y desapareciendo,
alli estaremos, siempre anonimos
soñando y luchando por la libertad
porque mientras perdure el poder y la autoridad
habrán quienes resistan y combatan su existencia

jueves, 2 de septiembre de 2010

Carta del jefe de seattle al presidente de Estados Unidos.

El presidente de los Estados Unidos, Franklin Pierce, envía en 1854 una oferta al jefe Seattle, de la tribu Suwamish, para comprarle los territorios del noroeste de los Estados Unidos que hoy forman el Estado de Wáshington. A cambio, promete crear una "reservación" para el pueblo indígena. El jefe Seattle responde en 1855.


El Gran Jefe Blanco de Wáshington ha ordenado hacernos saber que nos quiere comprar las tierras. El Gran Jefe Blanco nos ha enviado también palabras de amistad y de buena voluntad. Mucho apreciamos esta gentileza, porque sabemos que poca falta le hace nuestra amistad. Vamos a considerar su oferta pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco podrá venir con sus armas de fuego a tomar nuestras tierras. El Gran Jefe Blanco de Wáshington podrá confiar en la palabra del jefe Seattle con la misma certeza que espera el retorno de las estaciones. Como las estrellas inmutables son mis palabras.
¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esa es para nosotros una idea extraña.

Si nadie puede poseer la frescura del viento ni el fulgor del agua, ¿cómo es posible que usted se proponga comprarlos?

Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo. Cada rama brillante de un pino, cada puñado de arena de las playas, la penumbra de la densa selva, cada rayo de luz y el zumbar de los insectos son sagrados en la memoria y vida de mi pueblo. La savia que recorre el cuerpo de los árboles lleva consigo la historia del piel roja.

Los muertos del hombre blanco olvidan su tierra de origen cuando van a caminar entre las estrellas. Nuestros muertos jamás se olvidan de esta bella tierra, pues ella es la madre del hombre piel roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el ciervo, el caballo, el gran águila, son nuestros hermanos. Los picos rocosos, los surcos húmedos de las campiñas, el calor del cuerpo del potro y el hombre, todos pertenecen a la misma familia.

Por esto, cuando el Gran Jefe Blanco en Wáshington manda decir que desea comprar nuestra tierra, pide mucho de nosotros. El Gran Jefe Blanco dice que nos reservará un lugar donde podamos vivir satisfechos. Él será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Por lo tanto, nosotros vamos a considerar su oferta de comprar nuestra tierra. Pero eso no será fácil. Esta tierra es sagrada para nosotros. Esta agua brillante que se escurre por los riachuelos y corre por los ríos no es apenas agua, sino la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos la tierra, ustedes deberán recordar que ella es sagrada, y deberán enseñar a sus niños que ella es sagrada y que cada reflejo sobre las aguas limpias de los lagos hablan de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo de los ríos es la voz de mis antepasados.

Los ríos son nuestros hermanos, sacian nuestra sed. Los ríos cargan nuestras canoas y alimentan a nuestros niños. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñar a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos, y los suyos también. Por lo tanto, ustedes deberán dar a los ríos la bondad que le dedicarían a cualquier hermano.

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestras costumbres. Para él una porción de tierra tiene el mismo significado que cualquier otra, pues es un forastero que llega en la noche y extrae de la tierra aquello que necesita. La tierra no es su hermana sino su enemiga, y cuando ya la conquistó, prosigue su camino. Deja atrás las tumbas de sus antepasados y no se preocupa. Roba de la tierra aquello que sería de sus hijos y no le importa.

La sepultura de su padre y los derechos de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, a la tierra, a su hermano y al cielo como cosas que puedan ser compradas, saqueadas, vendidas como carneros o adornos coloridos. Su apetito devorará la tierra, dejando atrás solamente un desierto.

Yo no entiendo, nuestras costumbres son diferentes de las suyas. Tal vez sea porque soy un salvaje y no comprendo.

No hay un lugar quieto en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar donde se pueda oír el florecer de las hojas en la primavera o el batir las alas de un insecto. Mas tal vez sea porque soy un hombre salvaje y no comprendo. El ruido parece solamente insultar los oídos.

¿Qué resta de la vida si un hombre no puede oír el llorar solitario de un ave o el croar nocturno de las ranas alrededor de un lago?. Yo soy un hombre piel roja y no comprendo. El indio prefiere el suave murmullo del viento encrespando la superficie del lago, y el propio viento, limpio por una lluvia diurna o perfumado por los pinos.

El aire es de mucho valor para el hombre piel roja, pues todas las cosas comparten el mismo aire -el animal, el árbol, el hombre- todos comparten el mismo soplo. Parece que el hombre blanco no siente el aire que respira. Como una persona agonizante, es insensible al mal olor. Pero si vendemos nuestra tierra al hombre blanco, él debe recordar que el aire es valioso para nosotros, que el aire comparte su espíritu con la vida que mantiene. El viento que dio a nuestros abuelos su primer respiro, también recibió su último suspiro. Si les vendemos nuestra tierra, ustedes deben mantenerla intacta y sagrada, como un lugar donde hasta el mismo hombre blanco pueda saborear el viento azucarado por las flores de los prados.

Por lo tanto, vamos a meditar sobre la oferta de comprar nuestra tierra. Si decidimos aceptar, impondré una condición: el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos.

Soy un hombre salvaje y no comprendo ninguna otra forma de actuar. Vi un millar de búfalos pudriéndose en la planicie, abandonados por el hombre blanco que los abatió desde un tren al pasar. Yo soy un hombre salvaje y no comprendo cómo es que el caballo humeante de hierro puede ser más importante que el búfalo, que nosotros sacrificamos solamente para sobrevivir.

¿Qué es el hombre sin los animales? Si todos los animales se fuesen, el hombre moriría de una gran soledad de espíritu, pues lo que ocurra con los animales en breve ocurrirá a los hombres. Hay una unión en todo.

Ustedes deben enseñar a sus niños que el suelo bajo sus pies es la ceniza de sus abuelos. Para que respeten la tierra, digan a sus hijos que ella fue enriquecida con las vidas de nuestro pueblo. Enseñen a sus niños lo que enseñamos a los nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, están escupiendo en sí mismos.

Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la tierra. Esto es lo que sabemos: todas la cosas están relacionadas como la sangre que une una familia. Hay una unión en todo.

Lo que ocurra con la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre no tejió el tejido de la vida; él es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que hiciere al tejido, lo hará a sí mismo.

Incluso el hombre blanco, cuyo Dios camina y habla como él, de amigo a amigo, no puede estar exento del destino común. Es posible que seamos hermanos, a pesar de todo. Veremos. De una cosa estamos seguros que el hombre blanco llegará a descubrir algún día: nuestro Dios es el mismo Dios.

Ustedes podrán pensar que lo poseen, como desean poseer nuestra tierra; pero no es posible, Él es el Dios del hombre, y su compasión es igual para el hombre piel roja como para el hombre piel blanca.

La tierra es preciosa, y despreciarla es despreciar a su creador. Los blancos también pasarán; tal vez más rápido que todas las otras tribus. Contaminen sus camas y una noche serán sofocados por sus propios desechos.

Cuando nos despojen de esta tierra, ustedes brillarán intensamente iluminados por la fuerza del Dios que los trajo a estas tierras y por alguna razón especial les dio el dominio sobre la tierra y sobre el hombre piel roja.

Este destino es un misterio para nosotros, pues no comprendemos el que los búfalos sean exterminados, los caballos bravíos sean todos domados, los rincones secretos del bosque denso sean impregnados del olor de muchos hombres y la visión de las montañas obstruida por hilos de hablar.

¿Qué ha sucedido con el bosque espeso? Desapareció.

¿Qué ha sucedido con el águila? Desapareció.

La vida ha terminado. Ahora empieza la supervivencia.

domingo, 29 de agosto de 2010

Hacia frio ni un alma en las calles, solo una persona, de ropa oscura y encapuchado, llega a una oficina postal, saca una botella de gasolina y la rozia en el buzon, segundos despues saca un encendedor y la incendia, sale huyendo del lugar sin dejar rastro, ¿que se quemo en el buzon? ¿cartas de amor? ¿notas de despido o de frustracion? jamas lo sabremos, esos escritos quemados, innecesarios y que el hombre considera esenciales en la existencia, como la misma base de estas letras, ¿de que sirve plasmar algo si no tiene practica o trascendencias? ¡quememos lo escrito! ¡quememos lo que exista! ¡quememos el mundo! dejemos aflojar el caos en el fuego que vemos desenvolverse en todas las instituciones, empresas y simbolos del sistema industrial, porque un dia lo dijo bien claro un guerrero: ¡LA DESTRUCCION DEL SISTEMA DEBE SER EL UNICO OBJETIVO DE LOS REVOLUCIONARIOS!

XROMANTICO TERRORISTAX

sábado, 28 de agosto de 2010

¡A cazar alegremente! monteria de automoviles!

¡A cazar alegremente!
Montería de automóviles
me atrajo, abrí la puerta estrechita y entré.
Me encontré arrebatado, en un mundo agitado y bullicioso. Por las calles corrían los
automóviles a toda velocidad y se dedicaban a la caza de los peatones, los atropellaban
haciéndolos papilla, los aplastaban horrorosamente contra las paredes de las casas.
Comprendí al punto: era la lucha entre los hombres y las máquinas, preparada,
esperada y temida desde hace mucho tiempo, la que por fin había estallado. Por todas
partes yacían muertos y mutilados, por todas partes también automóviles apedreados,
retorcidos, medio quemados; sobre la espantosa confusión volaban aeroplanos, y
también a éstos se les tiraba desde muchos tejados y ventanas con fusiles y con
ametralladoras. En todas las paredes anuncios fieros y magníficamente llamativos
invitaban a toda la nación, en letras gigantescas que ardían como antorchas, a ponerse
al fin al lado de los hombres contra las máquinas, a asesinar por fin a los ricos
opulentos, bien vestidos y perfumados, que con ayuda de las máquinas sacaban el jugo
a los demás y hacer polvo a la vez sus grandes automóviles, que no cesaban de toser,
de gruñir con mala intención y de hacer un ruido infernal, a incendiar por último las
fábricas y barrer y despoblar un poco la tierra profanada, para que pudiera volver a salir
la hierba y surgir otra vez del polvoriento mundo de cemento algo así como bosques,
praderas, pastos, arroyos y marismas. Otros anuncios, en cambio, en colores más finos
y menos infantiles, redactados en una forma muy inteligente y espiritual, prevenían con
afán a todos los propietarios y a todos los circunspectos contra el caos amenazador de la
anarquía, cantaban con verdadera emoción la bendición del orden, del trabajo, de la
propiedad, de la cultura, del derecho, y ensalzaban las máquinas como la más alta y
última conquista del hombre, con cuya ayuda habríamos de convertirnos en dioses.
Pensativo y admirado leí los anuncios, los rojos y los verdes; de un modo extraño me
impresionó su inflamada oratoria, su lógica aplastante; tenían razón, y, hondamente
convencido, me quedé parado ya ante uno, ya ante el otro, y, sin embargo, un tanto
inquieto por el tiroteo bastante vivo. El caso es que lo principal estaba claro: había
guerra, una guerra violenta, racial y altamente simpática, en donde no se trataba de
emperadores, repúblicas, fronteras, ni de banderas y colores y otras cosas por el estilo,
más bien decorativas y teatrales, de fruslerías en el fondo, sino en donde todo aquel a
quien le faltaba aire para respirar y a quien ya no le sabia bien la vida, daba persuasiva
expresión a su malestar y trataba de preparar la destrucción general del mundo
civilizado de hojalata. Vi cómo a todos les salía risueño a los ojos, claro y sincero, el afán
de destrucción y de exterminio, y dentro de mí mismo florecían estas salvajes flores
rojas, grandes y lozanas, y no reían menos. Con alegría me incorporé a la lucha.
Pero lo más hermoso de todo fue que junto a mi surgió de pronto mi compañero de
colegio, Gustavo, del cual no había vuelto a saber nada en tantos decenios, y que en
otro tiempo había sido el más fiero, el más fuerte y el más sediento de vida entre los
amigos de mi primera niñez. Se me alegró el corazón cuando vi que sus ojos azules
claros me miraban de nuevo moviendo los párpados. Me hizo una seña y le seguí
inmediatamente con alegría.
-Hola, Gustavo -grité feliz-, ¡cuánto me place volver a verte! ¿Qué ha sido de ti?
Furioso, empezó a reír, enteramente como en la infancia.
-¡Bárbaro! ¿No hay que hacer más que empezar a preguntar ya y a perder el tiempo
en palabrería? Me hice teólogo, ya lo sabes; pero ahora, afortunadamente, ya no hay
más teología, muchacho, sino guerra. Anda, ven.
De un pequeño automóvil, que en aquel momento venía hacia nosotros resoplando,
echó abajo de un tiro al conductor, saltó listo como un mono al volante, lo hizo parar y
me mandó subir; luego corrimos rápidos como el diablo, entre balas de fusil y coches
volcados, fuera de la ciudad y del suburbio.
-¿Tú estás al lado de los fabricantes? -pregunté a mi amigo.
-¿Qué dices? Eso es cuestión de gusto; ya lo pensaremos luego. Pero no, espera; es
preferible que escojamos el otro partido, aun cuando en el fondo es perfectamente igual.
Yo soy teólogo, y mi antecesor Lutero ayudó en su tiempo a los príncipes y poderosos
contra los campesinos, vamos a ver si corregimos aquello ahora un poquitín. Maldito
coche, es de esperar que aún aguante todavía un par de kilómetros.
Rápidos como el viento, en el cielo engendrado, salimos de allí crepitantes hasta
llegar a un paisaje verde y tranquilo, distante cuatro millas, a través de una gran
llanura, y subiendo luego lentamente por una enorme montaña. Aquí hicimos alto en una
carretera lisa y reluciente, que conducía hacia arriba en curvas atrevidas, entre una
escarpada roca y un pequeño muro de protección, y que dominaba desde lo alto un
brillante lago azul.
-Hermosa comarca -dije.
-Muy bonita. Podemos llamarla la carretera de los ejes; aquí han de saltar, hechos
pedazos, más de cuatro ejes. Harrycito, pon atención.
Junto a la carretera había un pino grande, y arriba, en la copa, vimos construida de
tablas como una especie de cabaña, una atalaya y mirador. Gustavo me miró riendo
claramente, guiñando astuto sus ojos azules, y presurosos nos bajamos de nuestro
coche y gateamos por el tronco, ocultándonos en la atalaya que nos gustó mucho, y allí
pudimos respirar a nuestras anchas. Allí encontramos fusiles, pistolas, cajas con
cartuchos. Apenas nos hubimos refrescado un poco y acomodado en aquel puesto de
caza, cuando ya resonó por la curva más próxima, ronco y dominador, el ruido de un
gran coche de lujo, que venía caminando crepitante a gran velocidad por la reluciente
carretera de la montaña. Ya teníamos las escopetas en la mano. Fue un momento de
tensión maravillosa.
-Apunta al chófer -ordenó rápidamente Gustavo, al tiempo que el pesado coche
cruzaba corriendo por debajo de nosotros. Y ya apuntaba yo y disparé a la gorra azul del
conductor.
El hombre se desplomó, el coche siguió zumbando, chocó contra la roca, rebotó hacia
atrás, chocó gravemente y con furia como un abejorro gordo y grande contra el muro de
contención, dio la vuelta y cayó por encima con ruido seco en el abismo.
-A otra cosa -dijo Gustavo riendo-. El próximo me toca a mí.
Ya llegaba corriendo otro coche pequeño; en los asientos venían dos o tres personas;
de la cabeza de una mujer ondeaba un trozo de velo rígido y horizontal, hacia atrás, un
velo azul claro; realmente me daba lástima de él; quién sabe si la más linda cara de
mujer reía bajo aquel velo. Santo Dios, si estuviésemos jugando a los bandidos, quizás
hubiese sido más justo y más bonito, siguiendo el ejemplo de grandes predecesores, no
extender a las bellas damas nuestro bravo afán de matar. Pero Gustavo ya había
disparado. El chófer hizo unas contracciones, se desplomó, dio el coche un salto contra
la roca vertical, volcó hacia atrás, cayendo sobre la carretera con las ruedas hacia arriba.
Esperamos un momento, nada se movía; en silencio yacían allí, presos como en una
ratonera, los ocupantes bajo su coche. Este zumbaba y se movía aún y hacía dar vueltas
a las ruedas en el aire de un modo cómico; pero de repente dejó escapar un terrible
estampido y se halló envuelto en llamas luminosas.
-Un Ford -dijo Gustavo-. Tenemos que bajarnos y dejar otra vez la carretera libre.
Descendimos y estuvimos contemplando aquella hoguera. Se quemó por completo,
rápidamente; entretanto preparamos unos troncos de madera y lo empujamos hacia un
lado, echándolo por encima del borde de la carretera al abismo; aún estuvo crujiendo un
rato al chocar con los matorrales. Al dar la vuelta al coche se habían caído dos de los
muertos, y allí estaban tendidos, con las ropas quemadas en parte. Uno tenía el traje
todavía bastante bien conservado; registré sus bolsillos por si encontrábamos quién
hubiera sido: una cartera de piel apareció; dentro, había tarjetas de visita. Cogí una y leí
en ella las palabras Tat twam asi.
-Tiene gracia -dijo Gustavo-. Pero, en realidad, es indiferente cómo se llamen las
personas que asesinamos aquí. Son pobres diablos como nosotros, los nombres no
hacen al caso. Este mundo tiene que ser destruido, y nosotros con él. Diez minutos
debajo del agua seria la solución menos dolorosa. ¡Ea, a trabajar!
Arrojamos a los muertos en pos del coche. Ya se acercaba bocinando un nuevo auto.
Le hicimos fuego en seguida desde la misma carretera. Siguió un rato, vacilante como
un borracho, se estrelló luego y quedó tendido jadeante; uno que iba dentro permaneció
sentado en el interior, pero una bonita muchacha se apeó ilesa, aunque pálida y
temblando violentamente. La saludamos amables y le ofrecimos nuestros servicios.
Estaba demasiado asustada, no podía hablar y un rato nos miró con los ojos
desencajados, como loca.
-Ea, vamos a cuidarnos primeramente de aquel pobre señor anciano -dijo Gustavo.
Y se dirigió al viajero, que aún continuaba pegado a su Sitio detrás del chófer muerto.
Era un señor con el cabello gris, tenía abiertos los inteligentes ojos grises claros; pero
parecía estar gravemente herido, por lo menos le salía sangre de la boca y el cuello lo
tenía horrorosamente torcido y rígido.
-Permita usted, anciano; mi nombre es Gustavo. Nos hemos tomado la libertad de
pegar un tiro a su chófer. ¿Podemos preguntar con quién tenemos el honor...?
El viejo miraba fría y tristemente con sus pequeños ojos grises.
-Soy el fiscal Loering -dijo lentamente-. Ustedes no han asesinado sólo a mi chófer,
sino a mí también; siento que esto se acaba. ¿Se puede saber por qué han disparado
contra nosotros?
-Por exceso de velocidad.
-Nosotros veníamos con velocidad normal.
-Lo que ayer era normal, ya no lo es hoy, señor fiscal. Hoy somos de opinión que
cualquier velocidad a la que pueda marchar un auto es excesiva. Nosotros destrozamos
ahora los autos todos, y las demás máquinas también.
¿También sus escopetas?
-También a ellas ha de llegarles su turno, si aún nos queda tiempo. Probablemente
mañana o pasado estaremos liquidados todos. Usted no ignora que nuestro continente
estaba horrorosamente sobrepoblado. Ahora ya va a sobrar aire.
-¿Y tiran ustedes a todo el mundo, sin distinción?
-Claro. Por algunos puede sin duda que sea una lástima. Por ejemplo, por la dama
joven y bella lo hubiera sentido mucho. ¿Es seguramente su hija?
-No, es mi mecanógrafa.
-Tanto mejor. Y ahora haga usted el favor de apearse, o permita usted que lo
saquemos del coche, pues el coche ha de ser destruido.
-Prefiero que me destruyan ustedes con él.
-Como guste. Permita todavía una pregunta: usted es fiscal. Nunca he llegado a
comprender cómo un hombre puede ser fiscal. Usted vive de acusar y de condenar a
otras personas, por lo general, pobres diablos. ¿No es así?
-Así es. Yo cumplía con mi deber. Era mi profesión. Lo mismo que la profesión de
verdugo es matar a los condenados por mí. Usted mismo se ha encargado, a lo que se
ve, de idéntico oficio. Usted mata también.
-Exacto. Sólo que nosotros no matamos por obligación, sino por gusto, o mejor dicho,
por disgusto, por desesperación del mundo. Por eso, matar nos proporciona cierta
diversión. ¿No le ha divertido a usted nunca matar?
-Me está usted fastidiando. Tenga la bondad de terminar su cometido. Si la noción del
deber le es a usted desconocida... Calló y contrajo los labios, como si quisiera escupir.
Pero no salió más que un poco de sangre que se quedó pegada a su barbilla.
-Espere usted -dijo cortésmente Gustavo-. La noción del deber ciertamente que no la
conozco; no la conozco ya. En otro tiempo me dio mucho que hacer por razón de mi
oficio; yo era profesor de Teología. Además fui soldado y estuve en la guerra. Lo que me
parecía que era el deber y lo que me fue ordenado en toda ocasión por las autoridades y
los superiores, todo ello no era bueno de verdad; hubiera preferido hacer siempre lo
contrario. Pero aun cuando no conozca ya el concepto del deber, conozco, sin embargo,
el de la culpa; acaso son los dos la misma cosa. Por haberme traído al mundo una
madre, ya soy culpable, ya estoy condenado a vivir, estoy obligado a pertenecer a un
Estado, a ser soldado, a pagar impuestos para armamentos. Y ahora, en este momento,
la culpa de vivir me ha llevado otra vez, como antaño en la guerra, a tener que matar. Y
en esta ocasión no mato con repugnancia, me he rendido a la culpa, no tengo nada en
contra de que este mundo sobrecargado y necio salte en pedazos; yo ayudo con gusto, y
con gusto sucumbo yo mismo a la vez.
El fiscal hizo un gran esfuerzo para sonreír un poco con sus labios llenos de sangre
coagulada. No lo consiguió de un modo muy brillante; pero fue perceptible la buena
intención.
-Está bien -dijo-; somos, pues, compañeros. Tenga la bondad de cumplir ahora con
su deber, señor colega.
La linda muchacha se había sentado entretanto en el borde de la cuneta y estaba
desmayada.
En este momento se oyó de nuevo la bocina de un coche que venía zumbando a toda
marcha. Retiramos a la muchacha un poco a un lado, nos apretamos contra las rocas y
dejamos al coche que llegaba chocar contra los restos del otro. Frenó violentamente y se
encalabrinó hacia lo alto, pero se quedó parado indemne. Rápidamente cogimos
nuestras escopetas y apuntamos a los recién llegados.
-¡Abajo del coche! -ordenó Gustavo-. ¡Manos arriba!
Tres hombres bajaron del auto y, obedientes, levantaron las manos.
-¿Es médico alguno de ustedes? -preguntó Gustavo.
Dijeron que no.
-Entonces tengan ustedes la bondad de sacar con cuidado de su asiento a este señor,
está gravemente herido. Y luego llévenlo en el coche que han traído ustedes hasta la
ciudad más próxima. ¡Vamos, manos a la obra!
Prontamente fue acomodado el viejo señor en el otro coche; Gustavo dio la orden y
todos partieron precipitadamente.
Entretanto había vuelto en si nuestra mecanógrafa y había estado presenciando los
acontecimientos. Me gustaba haber hecho este precioso botín.
-Señorita -dijo Gustavo-, ha perdido usted a su jefe. Es de suponer que por lo demás
no tuviera mayores vínculos con usted. Queda usted contratada por mí. ¡Séanos un buen
camarada! Ea, el tiempo apremia. Pronto se va a estar aquí poco confortablemente.
¿Sabe usted gatear, señorita? ¿Sí? Pues vamos allá. La cogeremos entre los dos y la
ayudaremos.
Trepamos a nuestra cabaña del árbol los tres todo lo rápidamente posible. La señorita
se puso mala arriba, pero tomó una copa de coñac y pronto estuvo tan repuesta que
pudo apreciar la magnífica perspectiva sobre el lago y la montaña y hacernos saber que
se llamaba Dora.
Al poco tiempo ya había llegado abajo un nuevo coche, el cual pasó con precaución
junto al auto destrozado, sin pararse, y luego aceleró inmediatamente su velocidad.
-¡Pretencioso! -dijo riendo Gustavo, y echó abajo de un tiro al conductor. Bailó un
poco el coche, dio un salto contra el muro, lo hundió en parte y se quedó pendiente,
inclinado sobre el abismo.
-Dora -dije-, ¿sabe usted manejar escopetas?
No sabía, pero le enseñamos a cargar un fusil. Al principio estaba torpe y se hizo
sangre en un dedo, lloró y pidió un tafetán. Pero Gustavo le explicó que estábamos en la
guerra y que ella tenía que mostrar que era una muchacha valiente. Así se calmó.
-Pero ¿qué va a ser de nosotros? -preguntó ella luego.
-No lo sé -dijo Gustavo-. A mi amigo Harry le gustan las mujeres bonitas; él será su
amigo de usted.
-Pero van a venir con policía y soldados y nos matarán.
-Ya no hay policía ni cosas de ésas. Nosotros podemos elegir, Dora. O nos quedamos
aquí arriba tranquilamente y hacemos fuego contra todos los coches que quieran pasar,
o tomamos a nuestra vez un coche, salimos corriendo y dejamos que otros nos tiroteen.
Da igual tomar un partido u otro. Yo estoy porque nos quedemos aquí.
Abajo había ya otro coche, resonando hacia arriba su bocina.
Pronto se dio cuenta de él, y quedó tumbado, con las ruedas en alto.
-Es cómico -dije- que divierta tanto el pegar tiros. Y eso que yo era antes enemigo de
la guerra.
Gustavo sonreía. Sí, es que hay demasiadas personas en el mundo. Antes no se
notaba tanto. Pero ahora, que cada uno no sólo quiere respirar el aire que le
corresponde, sino hasta tener un auto, ahora es cuando lo notamos precisamente. Claro
que lo que hacemos no es razonable, es una niñada, como también la guerra era una
niñada monstruosa. Andando el tiempo, la humanidad tendrá que aprender alguna vez a
contener su multiplicación por medios de razón. Por el momento, reaccionamos contra el
insufrible estado de cosas de una manera bastante poco razonable, pero en el fondo
hacemos lo justo: reducimos el número.
-Sí -dije-; lo que hacemos es acaso una locura y, sin embargo, es probablemente
bueno y necesario. No está bien que la humanidad esfuerce excesivamente la
inteligencia y trate, con la ayuda de la razón, de poner orden en las cosas, que aún
están lejos de ser accesibles a la razón misma. De aquí que surjan esos ideales como el
del americano o el del bolchevique, que los dos son extraordinariamente razonables y
que, sin embargo, violentan y despojan a la vida de un modo tan terrible, porque la
simplifican de una forma tan pueril. La imagen del hombre, en otro tiempo un alto ideal,
está a punto de convertirse en un cliché. Nosotros los locos acaso la ennoblecemos otra
vez.
Riendo, respondió Gustavo:
-Muchacho, hablas de un modo extraordinariamente sensato; es un placer y da gusto
prestar atención a este pozo de ciencia. Y quizá tengas hasta un poquito de razón. Pero
haz el favor de cargar de nuevo tu escopeta, me resultas algo soñador de más. A cada
momento pueden aparecer corriendo otra vez un par de cervatillos; a éstos no podemos
matarlos con filosofía, no hay más remedio que tener balas en el cañn.
Vino un auto y cayó en seguida. La carretera estaba interceptada. Un superviviente,
un hombre gordo y con la cabeza colorada, gesticulaba fiero junto a las máquinas
destrozadas, buscó por todas partes con los ojos muy abiertos, descubrió nuestra
guarida, vino corriendo dando grandes voces y disparó contra nosotros muchas veces
hacia lo alto con un revólver.
-Váyase usted ya o disparo -gritó Gustavo hacia abajo.
El hombre le apuntó y disparó aún otra vez. Entonces lo abatimos con dos tiros.
Aún llegaron dos coches, que tendimos por tierra. Luego se quedó silenciosa y vacía
la carretera; la noticia de su peligro parecía haberse extendido. Tuvimos tiempo de
observar el hermoso panorama. Al otro lado del lago había en el fondo una pequeña
ciudad; allí empezó a elevarse una columna de humo, y pronto vimos cómo el fuego se
propagaba de uno a otro tejado. También se oían disparos. Dora lloraba un poco; yo
acaricié sus húmedas mejillas.
-¿Es que vamos a perecer todos? -preguntó.
Nadie le dio respuesta. Entretanto pasaba por abajo un caminante, vio en el suelo los
automóviles destrozados, anduvo rebuscando en ellos, metió la cabeza dentro de uno,
sacó una sombrilla de colores, un bolso de señora y una botella de vino, se sentó
apaciblemente en el muro, bebió en la botella, comió algo liado en platilla que había en
el bolso, vació por completo la botella y continuó alegre su camino, con la sombrilla
apretada debajo del brazo. Se marchó pacíficamente, y yo le dije a Gustavo:
-¿Te sería ahora posible disparar a este tipo simpático y hacerle un agujero en la
cabeza? Dios sabe bien que yo no podría.
-Tampoco se nos exige -gruñó mi amigo.
Pero también a él le había entrado en el ánimo cierta desazón. Apenas nos hubimos
echado a la cara a una persona que se conducía todavía cándida, pacífica e
infantilmente, que aún vivía en el estado de inocencia, al punto nos pareció tonta y
repulsiva toda nuestra conducta, tan laudable y necesaria. ¡Ah, diablo, tanta sangre! Nos
avergonzamos. Pero es fama que en la guerra alguna vez los mismos generales han
tenido una sensación así.
-No permanezcamos más tiempo aquí -gimió Dora-; vamos a bajarnos. Con seguridad
encontraremos en los coches algo que comer. ¿Es que vosotros no tenéis hambre,
bolcheviques?
Allá abajo, al otro lado, en la ciudad ardiendo, empezaron a tocar las campanas a
rebato y con angustia. Nos dispusimos al descenso. Cuando ayudé a Dora a trepar por
encima del parapeto, le di un beso en la rodilla. Ella se echó a reír. En aquel momento
cedieron las estacas y los dos nos precipitamos en el vacío...

jueves, 26 de agosto de 2010

Camino por un bosque, me he dado cuenta de que todo quedo atras, ¿el amor? ¿el odio? nada importa alli, ¿la libertad? alli ya lo eres, aveces te sientes muy triste y solo pero cuando llegas a entender que todo lo que te rodea te comprende, realmente empiezas a hacer la diferencia, puedes respirar tan profundo que no sabes ni cuando terminas, escuchas y observas con tanta delicadeza que sientes una gran impresion en ti mismo, ahi el aburrimiento no existe, existe el sufrimiento, pero aprendes a afrontarlo, llegas a entender todo de lo que hablas, llegas a pensar en no querer volver a la urbe jamas, solo para incendiarla por completo, porque tarde o temprano tambien te das cuenta de que el progreso llegara a todos los entornos salvajes y los destruira como lo han hecho siempre,¿luchas por la tierra? seras llamado loco, pero ellos nunca habran entendido lo que es ser libre y salvaje, ¡yo no quiero ser el progreso!, ¡yo no quiero ser el futuro!, ¡yo no quiero tener un trabajo!, yo solamente quiero ver el mundo en llamas y la tierra resurgir, ¡A la mierda el mundo y todos en el! me escucharas decir infinitas veces, ¿Ahora lo entiendes? NATURALEZA LIBRE Y SALVAJE............

XRomantico TerroristaX

miércoles, 25 de agosto de 2010

Yo y yo mismx

Amamos y odiamos, nos fascina el mundo, queremos ver el mundo llegar a su fin, hemos gritado, hemos callado, hemos creído en el anarquismo, ya no creemos en el anarquismo, odiamos lxs anarquistas, amamos la anarquía, no creemos en la revolución, no creemos en la fuerza del pueblo, hemos visto el mundo a los ojos, hemos visto el odio de las personas. Somos individualistas, he creído en nosotros, nos he tomado por inútiles, nos he detestado.nos hemos enamorado de nuestrxs amigxs, hemos imaginando besos, nos hemos reído solxs y acompañadxs, hemos deseado escapar juntxs…hemos deseado dejar a todo el mundo que nadie jamás vuelva a saber de nosotros, hemos creído que nadie es amigx nuestrx, hemos sentido el apoyo de lxs pocxs que hay a nuestro lado, hemos dejado de creer. Hemos ganado hemos perdido, hemos montado bicicleta sin rumbo, hemos sentido que algo va cambiar, nos hemos decepcionado viendo que todo seguirá siempre igual, hemos pedaleado kilómetros pensando dejar todo atrás, hemos vuelto a casa, nos hemos encerrado días, hemos dibujado, hemos pasado días sin hacer nada por el mundo, hemos pasado días haciendo mucho por nosotrxs, nos hemos destruido solxs, nos hemos amado solxs. Hemos defendido la tierra, hemos amado los bosques, hemos visto como arden, hemos llorado, hemos deseado poder llorar así por otras cosas. Hemos mentido, mentido acerca de nuestras vidas, de nuestras edades, de nuestros gustos, nos hemos mentido a nosotrxs mismxs, hemos mentido para mostrar lo que creemos en verdad, hemos metido por nada, hemos inventado vidas falsas para motivar a otrxs a vivir sus vidas, hemos deseado vivir las vidas que inventamos, no la mierda que vivimos, hemos vivido lo que inventamos por instantes, hemos hecho de instantes nuestra ausencia de muerte, nos hemos llamado muertos. Muertos hemos estado fingiendo estar vivos y creído nos muertos sabiendo que la vida nos ha golpeado y nos ha hecho bien. Hemos pasado horas en medio de la nada creyendo nada, desesperadxs. Hemos sentido dolor, hemos dejado de sentir. Hemos dibujado. Nos hemos llamado veganxs hemos odiado a lxs humanos y su imposibilidad de cambiar el mundo, ósea la nuestra. Hemos comido cosas no veganas, hemos disfrutado, hemos hablado de liberación animal, hemos actuado por la liberación animal, creemos en al liberación animal, sabemos que nunca ocurrirá. Hemos soñado, con ser alguien, con escribir con que conozcan nuestras cosas, con motivar a otrxs, hemos querido vivir, hemos querido ser olvidadxs, ser vagabundxs, ser nadies. Hemos sentido miedo, hemos dejado de hacer cosas por miedo, hemos hablado en contra del miedo, hemos dejado de sentir miedo hemos sido valientes, hemos odiado los héroes. Hemos sido victimas y victimarios. Hemos odiado lo superficial, nos hemos preocupado por como nos vemos, hemos querido construirnos y de construirnos. Hemos odiado que la gente nos mire como raros, nos hemos hecho raros para asustara ala gente y reírnos de ellxs, y de nosotrxs mismos. Hemos hecho el amor, hemos estado a punto de hacerlo y hemos sentido así cosas que haciéndolo nunca habríamos sentido. Hemos tenido sexo desenfrenado hasta perder la noción del tiempo, Hemos tenido sexo con amor en lugares extraños, hemos tenido sexo con extraños hemos dejado de tener sexo por mucho tiempo, nos hemos masturbado, hemos sido niñas, hemos sido niños. Hemos conocido nuestro cuerpo, nos hemos tocado y acariciado, enamoradxs de nosotrxs mismxs pensado en lxs otrxs, conocido otrxs, odiado nuestros cuerpos, amado nuestros cuerpos. Imaginado estar en otros cuerpos. Hemos leído, leído toneladas, hemos leído cosas que odiamos y cosas que amamos, hemos odiado los libros, hemos odiado lxs intelectuales. Hemos querido aprender, hemos odiado estudiar, hemos vivido tiempo sin estudiar aprendiendo cantidades, pasamos una vida en el colegio y no aprendimos nada, nos llenamos de miedo, pero sobrevivimos, nos escapamos al sistema. Estamos atrapados aun en el sistema. Hemos odiado nuestras familias, hemos deseado verles, abrazarles no por que sean familia sino por que han sido importantes. Todo ha dejado de importar. Nos hemos maquillado, hemos usado ropa de mujer,Hemos visto miles de películas, hemos soñado con hacer cine, hemos odiado el dinero detrás de todo. Hemos necesitado dinero, hemos gastado dinero. Hemos robado, hemos sido atrapados robando, hemos sido golpeados por los guardianes del orden, hemos imaginado la venganza, hemos sentido miedo, hemos pagado por miedo. Hemos robado de nuevo, hemos salido sonrientes con mas que los bolsillos llenos. Hemos visto que nada cambia, hemos cambiado nuestras vidas. Hemos llevado vidas dobles. Hemos cambiado, hemos vivido sin autoridad, hemos escapado a la ley, hemos pintado el mundo de colores, hemos vivido el mundo en blanco y negro y nos ha gustado. Hemos hecho graffitis, en lugares publico s y privados, hemos escrito consignas políticas hemos sido artistas, hemos pintado por el amor al caos , por hacer el daño, hemos pintado contra otrxs. Hemos sido sectaristas, odiado autoritarios y asesinos, odiado comunistas, odiado el poder popular, amado el poder infernal. Hemos tenido amigxs que vienen de lejos y de cerca, amigxs de fuera, hemos querido verlos cuando sentimos que no hay nadie aquí. Hemso odiado las relaciones a distancia, hemos visto partir a los que amamos, hemos creído que amamos por que sentimos odio y el resto del mundo no nos deja sentir nada. Hemos amado gente sin conocerla. Hemos amado gente muy distinta a nosotrxs. Hemos tenido muy pocos amores. Hemos tenido muchos odios, muy pocos de verdad.Hemos esperado mucho del mundo, hemos sido decepcionados hemos reído, siempre hemos reído…continuará,… (¿o lo continuarás tú?)

-Dany Juego

martes, 24 de agosto de 2010

Me atrae todo de ti, tu forma explosiva de ser
tu ensordecedora voz y lo que provocas en mi existencia,
te quiero tal cual como eres, el problema es que llegas
a estar en brazos de mi enemigo para su ridiculo beneficio,
cuando llega la noche iluminas mi vida, en cualquier momento
que te necesite siempre estas ahi, me encanta jugar contigo,
manipularte, seducirte y lo peor es que ni te das cuenta de ello,
aveces me lastimas pero no es tu intencion es mera equivocacion,
no me agrada para nada tu olor, en algunos momentos lo detesto,
te gusta luchar contra el estado- capital y siempre estas
presente en cualquier barricada, sabotaje o demas, de ti es a lo que
estoy enamorado amiga mia.......

XROMANTICO TERRORISTAX

El buque de los necios:Una parabola politicamente incorrecta.

Érase una vez un capitán y sus oficiales que se volvieron tan presumidos, tan llenos de arrogancia y tan pagados de sí mismos, que se volvieron locos.
Pusieron rumbo al Norte hasta encontrarse con icebergs y témpanos peligrosos y, a pesar de ello, mantenían la misma dirección adentrándose cada vez más en las gélidas y temibles aguas, únicamente para darse el gusto de demostrar su pericia en tan temeraria navegación.
Como quiera que el barco se acercaba más y más al Norte, los pasajeros y la tripulación mostraban cada vez mayor inquietud, y comenzaron a debatir entre ellos y a quejarse de sus condiciones de vida.
-¡Que me zurzan si este no es el peor viaje que he realizado en mi larga vida de marino! La cubierta está resbaladiza por el hielo; cuando estoy de vigía, el viento helado me introduce el frío hasta los huesos; cada vez que tengo que arriar velas, se me congelan los dedos, y todo por cinco miserables chelines al mes.
-¡Tú te crees que estás mal! ¿verdad? ¡Yo por el frío no puedo ni dormir ya que en este barco a nosotras no nos dan las mismas mantas que a los hombres! -le espetó una pasajera. ¡Es una injusticia!
Un marinero mejicano exclamó: -¡Hijo de la gran chingada! A mi sólo me dan la mitad de sueldo que le dan a los gringos y, encima, la comida que me sirven es menos que la que dan a un anglo, con la falta que me hace para mantenerme mínimamente caliente aquí y, lo peor de todo, es que siempre nos dan las órdenes en inglés, en vez de en español.
-¡Yo tengo más razón que nadie para quejarme! exclamó un marinero indio. Si los rostros pálidos no nos hubieran robado nuestras tierras y riquezas ancestrales, no estaría ahora en este barco en medio de vientos árticos e icebergs. Estaría en una canoa remando en un plácido lago. ¡Merezco una compensación! Como mínimo, el capitán debería dejarme organizar unas partidillas de dados para ganar algún dinero.
Habla el contramaestre diciendo: -¡Ayer el segundo oficial me llamó marica! Sólo porque a mí me guste chupar pollas, no es razón para que me insulten.
-¡No sólo los humanos sufren maltrato en este barco! -dijo con indignación un pasajero amante de los animales. Sin ir más lejos, la semana pasada vi al tercer oficial darle dos patadas al perro del barco.
Uno de los pasajeros, que era profesor de Universidad, retorciéndose las manos, exclamó: ¡Todo esto es terrible! ¡Es inmoral! ¡Es racismo, sexismo, crueldad, homofobia y explotación de los trabajadores; es discriminación! ¡Necesitamos justicia social! ¡igualdad para el marinero mejicano, sueldos más altos, compensaciones para el indio, igual trato para hombres y mujeres, derechos formales para chupar pollas y no más patadas al perro!
-¡Sí! ¡Sí! -gritaron todos los pasajeros -¡Ahí, ahí! -gritaba la tripulación. -¡Es discriminación! ¡Tenemos que demandar nuestros derechos!
El grumete carraspeo: -¡Todos tenéis buenas razones para quejaros! Pero a mí me parece que lo que tenemos realmente que hacer es dar la vuelta y dirigirnos al sur, porque si seguimos este rumbo tarde o temprano seguro que naufragaremos y, entonces, tus salarios, tus mantas y tu derecho a chupar pollas no valdrán para nada porque nos ahogaremos todos.
Pero nadie le hizo el menor caso, porque sólo era un grumete.
El capitán y sus oficiales que desde el castillo de popa habían estando escuchando y observando la escena, ahora sonreían y se guiñaban el ojo.
El capitán hizo un gesto al tercer oficial, y éste bajó del castillo de popa hasta donde se encontraba la tripulación y pasajeros, mezclándose con ellos con un andar chulesco. Poniendo una expresión seria rompió a hablar.
-Nosotros los oficiales hemos de admitir que han ocurrido hechos inexcusables. No nos habíamos dado cuenta de la gravedad de la situación hasta no haber oído vuestras quejas. Somos gente de buena fe y queremos ser justos con vosotros ¡pero, como sabéis, el capitán es un poco conservador y quizá habría que pincharle un poco para poder conseguir algún cambio sustancial! En mi opinión si protestáis contundentemente, siempre que sea pacíficamente, podremos mover al capitán de su inercia y forzarle a afrontar los problemas de los que tan justamente os quejáis.
Después de haber dicho esto, el tercer oficial se dirigió al castillo de popa. Mientras se alejaba, los pasajeros y la tripulación le gritaban: ¡Moderado! ¡Reformista! ¡Neoliberal! ¡Lacayo! Pero aun así, hicieron lo que él les dijo.
Los pasajeros se juntaron frente al castillo de popa y entre gritos e insultos, demandaron sus derechos a los oficiales.
-¡Yo quiero recibir órdenes en castellano!- gritó el mejicano.
-¡Demando mi derecho a poder organizar partidas de dados! -gritó el marinero indio. -¡Quiero que me dejen de llamar marica! -exclamó el contramaestre. -¡Que dejen de dar patadas al perro! -gritó el amante de los animales -¡La revolución ahora! -chilló el profesor.
El capitán y los oficiales, se reunieron y deliberaron durante varios minutos, guiñándose el ojo, asintiendo con la cabeza, sonriéndose unos a otros todo el rato.
A continuación, el capitán se dirigió a la barandilla del castillo de popa y con grandes muestras de benevolencia anunció que al mejicano se le subiría a dos tercios del sueldo de los anglos y la orden de arriar velas se la darían en castellano, las pasajeras recibirían una manta más, que el marinero indio podría organizar partidas de dados los sábados a la noche, que al contramaestre no se le llamaría marica si chupara pollas en la intimidad y nadie podría dar patadas al perro, excepto si roba comida.
Los pasajeros y la tripulación celebraron estas concesiones como una gran victoria, pero a la mañana siguiente volvieron a estar insatisfechos.
¡Seis chelines al mes es poco dinero! Cada vez que arrío velas se me congelan los dedos -refunfuñaba el marinero. ¡Y todavía no gano lo mismo que los anglosajones, ni me dan suficiente comida para este clima -se quejó el marinero mejicano. ¡Las mujeres no tenemos mantas suficientes! -dijo una pasajera. Los otros miembros de la tripulación y pasajeros protestaban de forma similar y el profesor les azuzaba.
Cuando habían finalizado sus quejas, el grumete tomó de nuevo la palabra y hablando en alto, para que el personal no pudiera no darse por enterado dijo:
¡Es terrible dar patadas al perro, porque robe un poco de comida de la cena, y el que las mujeres no tengan igual número de mantas o que al marinero se le congelen los dedos, y no veo por qué el contramaestre no puede chupar pollas si le da la gana, pero: ¡mirad cuántos icebergs hay ahora! Y cómo sopla cada vez más el viento. ¡Tenemos que dar la vuelta e ir hacia el Sur, porque como sigamos al Norte seguro que naufragaremos y moriremos ahogados.
-Sí, sí -dijo el contramaestre. ¡Es terrible que sigamos al Norte, pero ¿por qué tengo que chupar pollas en el armario? ¿por qué me llaman marica? ¿acaso no soy igual que los demás?
-Seguir al Norte es terrible, es precisamente por eso que las mujeres necesitamos más mantas ¡ahora!
-Es verdad! -dijo el profesor- yendo al Norte nos ponen en dificultades, pero cambiar el rumbo al Sur no sería realista. ¡No se puede dar la vuelta al reloj!. ¡Tenemos que buscar una forma madura de enfrentarnos a la situación!
¡Mira! -dijo el grumete- si dejamos en el castillo de popa a esos cuatro locos seguir con lo suyo, nos ahogaremos todos, pero si sacamos el barco del peligro, podremos preocuparnos después de las condiciones de trabajo, las mantas para las mujeres y el derecho a chupar pollas, aunque primero tenemos que dar la vuelta al barco. Si nos juntarnos algunos y preparamos un plan de acción con coraje, podremos salvarnos; no haría falta mucha gente: con seis u ocho lo podríamos llevar a cabo. Podríamos tomar el castillo de popa, echar a esos colgados por la borda y dirigir el barco al Sur.
El profesor levantó su nariz y dijo severamente-. -¡No creo en la violencia! ¡Es inmoral! -No es ético utilizar la violencia jamás -dijo el contramaestre. -¡Desconfío del uso de la violencia! -dijo una pasajera.
El capitán y sus oficiales habían estado observando toda la escena, y a una señal del capitán, el tercer oficial volvió a bajar a cubierta, y mezclándose entre los pasajeros, dijo: Todavía quedaban muchos problemas en el barco, hemos logrado importantes avances. Pero aún siguen siendo duras las condiciones de trabajo para los marineros, el mejicano no gana todavía igual que los anglosajones, las mujeres aún no tienen las mismas mantas que los hombres, el derecho a poder organizar partidas de dados los sábados es, ciertamente, una pobre compensación por el robo de las tierras a sus antepasados, es injusto que el contramaestre deba chupar las pollas en el armario y que el perro se sigua llevando patadas de vez en cuando. Creo que hay que presionar un poco más al capitán. Sería de gran ayuda si hicierais otra protesta, siempre que ésta no sea violenta.
Mientras el tercer oficial volvía al puesto, todos le insultaban pero, al final, hicieron lo que éste propuso.
El capitán, una vez escuchadas sus quejas, se reunió con sus mandos en conferencia, durante la cual se guiñaron el ojo y sonrieron abiertamente; entonces se fue hacia la barandilla del castillo de popa y anunció que a los marineros le darían guantes para mantener las manos calentitas, el mejicano recibirla tres cuartas partes del salario de los anglosajones, a las mujeres se les entregaría otra manta más, al marinero indio le dejarían organizar partidas de dados los sábados y domingos y al contramaestre le dejarían chupar pollas en público a partir de¡ anochecer y nadie podría darle patadas al perro sin un permiso especial del capitán.
Los pasajeros y la tripulación quedaron extasiados con esta gran victoria revolucionaria, pero a la mañana siguiente, de nuevo se sintieron insatisfechos y comenzaron otra vez a quejarse de lo de siempre.
Entonces, el grumete empezó a irritarse y les grito:
¡Malditos necios! ¿no veis lo que hacen el capitán y sus mandos? Os tienen ocupados con vuestras quejas triviales de mantas, salarios, mamadas y el pobre perro, para que no penséis que lo que realmente va mal en este buque, es el hecho de que cada vez vayamos más al Norte y que todos moriremos ahogados. Si únicamente alguno de vosotros despertarais y atacásemos juntos el castillo de popa, podríamos virar en redondo y salvarnos. Pero lo único que hacéis es quejaros de cosas banales como el juego de los dados, chupar pollas o las condiciones de trabajo.
¡Banales! -gritó el mejicano. ¿Tú crees razonable que yo cobre un cuarto menos de salario que un gringo?, ¿es eso insignificante? -¡Cómo puedes llamar a mi queja algo trivial! -gritó el contramaestre. ¡No sabes lo humillante que es que te llamen maricón. -¡Pegar al perro una cosa sin importancia! -espetó el defensor de los animales. ¡Es cruel, inhumano! ¡Brutal!
¡Vale pues! -dijo el grumete. Estos problemas no son insignificantes ni triviales; pegar al perro es cruel y brutal, y es realmente humillante que te llamen maricón, pero la magnitud de nuestro problema principal, el hecho de que el barco cada vez vaya más al Norte, hace que estas quejas se conviertan en insignificantes y triviales. ¡Porque si no damos la vuelta al buque todos moriremos ahogados!
-¡Fascista! -le llamó el profesor. -¡Contrarrevolucionario! -le gritó la pasajera.
Y todos los demás pasajeros y miembros de la tripulación comenzaron a tachar al grumete de fascista y contrarrevolucionario y echándole a un lado, siguieron hablando de salarios, igualdad de mantas, derechos a hacer mamadas en público y de los malos tratos al perro. Mientras tanto, el barco, que seguía rumbo al Norte, después de un breve lapso quedó atrapado entre dos icebergs, muriendo todos ahogados. Libres y Salvajes contra toda domesticacion

Ted Kaczynski

Poema insurrecto

Pues comenzando este blog con un poema muy interesante:

solxs ante la maquina, contra su existencia.


odio & rabia por su funcionamiento,

por el despojo cotidiano efectuado hace siglos.

de la masacre, el exterminio, la demencia, la autoridad.

fuego, fuego contra todo, violencia & venganza.

cenizas & escombros...

De ahi partiremos hacia el mundo nuevo, antes no...

ese es el curso logico de las cosas ya que de una u otra manera,

el capitalismo & sus lacay@s reduciran el mundo a eso, con o sin nosotr@s...



salid combatientes, de monotonas reuniones & discusiones,

dejad aflorar la anarquia, en la adrenalina del enfrentamiento callejero,

escapad de ese intelectualismo burgues con amenaza

de volvernos anarquistas de escritorio.

tomad las armas, prendedle fuego a todo, destrozad lo que podais

& quitadle la vida a cada maldit@ guardian@ del orden,

revivamos las emociones de tod@s es@s muert@s de revueltas pasadas,

hagamos que huelan los cadaveres que ell@s mism@s escondieron intentando pasar desapercibid@s, como zombies encolerizad@s, sembremos el terror de l@s líderes economic@s, que cada compañer@ caid@ reviva en la barricada, & el estallido de algún banco o propiedad privada...